La amonestación que podemos instruirse de la viuda y las dos monedas es que la desprendimiento no se mide por la cantidad de caudal que se da, sino por el espíritu de sacrificio detrás de la donación.Veamos que es lo que podemos ilustrarse de esta poderoso y sorprendente enseñanza que Jesús impartió por medio del ejemplo.¡Paz y prosperidad!